Acabo de leer esta noticia y me he quedado en shock: una niña de 10 años, un camino de vuelta a casa desde el colegio, un pirado (¿secuestrador, pederasta,...?), un sótano, 8 años de silencio, una familia destrozada y la niña vuelve a aparecer convertida en una muchacha de 18 años casi de la misma manera de la que desapareció.
Es inevitable ponerse en la piel de los padres: el miedo, la rabia, la incredulidad, la náusea, el asco, el dolor, la venganza, los silencios, la culpa, ... tantos años y poder volver a mirar a los ojos de tu hijita debe ser la misma sensación que vimos en la serie de los 4400 pero pasada por la mirada de Jason Gideon.
Cuantas preguntas. Qué sensación tan rara tengo en la boca del estómago. Cuanto miedo.
