19 noviembre 2008

U2 (Cuando Bono era sólo cantante)



Where The Streets Have No Name

Quiero correr
Quiero esconderme
Quiero derribar las murallas
Que me tienen encerrado
Quiero llegar
Y tocar la llama
Donde las calles no tienen nombre

Quiero sentir la luz del sol sobre mi cara
Ver que la nube de polvo desaparece
sin dejar rastro
Quiero resguardarme de la lluvia venenosa
Donde las calles no tienen nombre

Donde las calles no tienen nombre
Donde las calles no tienen nombre
Aún estamos construyendo
Luego consumiendo el amor
Consumiendo el amor
Y cuando vaya allí
Yo iré contigo
(Es todo lo que puedo hacer)

Las ciudades un diluvio
Y nuestro amor se oxida
El viento nos golpea y nos derriba
Pisoteados en el polvo
Te mostraré un lugar
En lo alto de una llanura desierta
Donde las calles no tienen nombre

Donde las calles no tienen nombre
Donde las calles no tienen nombre
Todavía construyendo
Luego consumiendo el amor
Consumiendo el amor
Y cuando vaya allí
Yo iré contigo
(Es todo lo que puedo hacer)

Y nuestro amor se oxida
El viento nos golpea y nos derriba
Nos derriba
Oh, veo amor, veo que nuestro amor se oxida
Derribado por el viento, derribado por el viento
Oh, cuando vaya allí
Iré contigo
(Es todo lo que puedo hacer)


Y esta canción memorable con un vídeo que me marcó (qué bajo dios mío, qué bajo...)

y su versión cubana de un disco más que recomendable(está chula)

11 noviembre 2008

Irena Sandler: Una heroina anónima

Entre una y otra foto hay más de 60 años y más de 2500 niños que pudieron sobrevivir al infierno del gheto de Varsovia gracias al coraje y la valentía de esta enfermera polaca que ante tanta crueldad no quiso mirar a otro lado... y actuó.
En un mundo en el que las desgracias se ceban en el día a día de los telediarios en forma de tornados, de tormentas, de asesinatos, de accidentes, de violaciones y secuestros, a veces nos entra un soplo de aire fresco por la pequeña pantalla que nos ayuda a comprender mejor el sentido de la vida; a saber que a pesar de tanto mal, existe el bien supremo, y que hay gente capaz de dar su vida por la de los demás.
Desgraciadamente ha tenido que ser su muerte a los 97 años la que ha destapado la historia de su magnífica vida. Una vida sacrificada que salvó a 2.500 niños de morir en manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Los héroes ni nacen ni se hacen, solamente actúan, desde las sombras, sin esperar nada a cambio, porque sus conciencias así se lo dictan; ella simplemente “hizo lo que tenía que hacer, nada más”, según sus palabras. Y en aquel momento de su vida supo que aquellos niños necesitaban de su ayuda… y actuó.
Contaba Irena, anciana ya, en su Varsovia natal, que su padre le enseñó que las gentes son buenas o malas en función de sus actos y no de lo que tienen; por eso, le decía, “ayuda siempre que puedas al necesitado”. Luchó hasta que consiguió un pase para el guetto de Varsovia del departamento de Epidemiología y así comenzó su labor humanitaria entrando alimentos y medicina y dándoselo a escondidas a los hambrientos y enfermos. Ella, que no era judía, se colocaba cada día sobre su pecho la Estrella de David para poder entrar y no levantar sospechas. Sin embargo, el guetto se llenaba cada día más, y los enfermos y necesitados se multiplicaban; y, por otro lado, estaban los niños, que le rompían el corazón. Ellos eran el futuro, y decidió que era a ellos a los que intentaría ayudar de la manera más insospechada: sacándolos del guetto.
Cada día prometía a sus padres que los sacaría sano y salvo y que los llevaría a lugares donde los nazis no los descubrirían. Y así, comenzó esa difícil y peligrosa tarea. Utilizó los medios más extraños y variados: los sacó en ataúdes; los escondió entre las basuras; abrió pasadizos secretos; les dio pases de salidas falsos aduciendo que tenían enfermedades contagiosas… Y de todos los niños que iba sacando guardaba sus identidades verdaderas en frascos y latas que enterraba en el jardín de la casa de su vecina.
Pero en un espacio tan cerrado, y con el control férreo que ejercía la Gestapo no era raro que tarde o temprano la atraparan. Fueron varios meses los que estuvo encerrada por los nazis, quienes la torturaron para que diera los nombres de aquellos niños y su localización; le rompieron ambas piernas; le rompieron los pies; al maltrato físico se unía el psicológico, pero Irena Sandler, fiel a aquellas enseñanzas de su padre, se mantuvo firme y jamás dijo una palabra. Finalmente, la sentenciaron a muerte. Pero por suerte, la Resistencia finalmente intervino. No podían dejar que aquella mujer que guardaba un secreto tan preciado, que sólo ella sabía, muriera. Y así, compraron al guarda que la custodiaba.
Irena Sandler pudo escapar de su prisión y con la ayuda de la Resistencia huyó del país, no sin antes decirles a éstos la localización exacta de todos aquellos botes y latas donde se escondían los nombres de los niños salvados y donde estaban ocultos cada uno. Cuando se desenterraron, una vez acabada la Guerra y abandonado el guetto, se encontraron 2.500 latas y botes con los nombres de los 2.500 niños a los que Irena Sandler había ayudado a escapar de aquel maldito lugar.
En el año 2007 fue propuesta por el gobierno polaco y el israelí como candidata al Premio Nobel de la Paz pero se lo concedieron a... Al Gore (...) quizás por ese anonimato al que me refería en el título del post, poca gente conoce esta maravillosa historia. Ayúdame a divulgarla en su homenaje.
Gracias Irena!!
DEP
El pianista del Gueto de Varsovia (Jorge Drexler)

06 noviembre 2008

Ayto. Santa Cruz de Tenerife: "¿ONG?...y eso que es lo que es..."

Tremendo este vídeo tomado de un pleno del Ayto. de S/C de Tenerife. Qué nivel! ¿En manos de quienes estamos? Sin comentarios.
San Obama reencárnate por las islas.



Shirley & Company - Shame, shame, shame

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails