13 julio 2006
Dios mío, ¡un negro!
Comparto la indignación blogera de Imzel cuando señala noticias como ésta en La Opinión acerca de la xenofobia latente entre los vecinos de La Montañeta en Garachico ante la apertura de un centro de acogida para menores inmigrantes irregulares.
Unos 30 chicos fueron alojados en un pequeño albergue de la Cruz Roja en esta localidad y la práctica totalidad de los vecinos acampó ante el centro para impedir la llegada de estos jóvenes a voz en grito y con consignas del tipo de "No pasarán!".
No pretendo ser demagogo ni levantar banderas de solidaridad que me quedarían muy grandes pero... JO-DER, CO-ÑO que no son más que unos jóvenes (probablemente los mejores de cada familia) que son enviados a Canarias (para ellos sólo un paso más hasta su entrada en Europa, o sea Francia) para ganarse la vida y poder ayudar desde aquí a sus familias. Muchos son sólo niños que se han visto obligados a abandonar a sus seres queridos ante la dramática situación en la que se encuentran sus países de origen. Se da la paradoja que el pueblo que no los acepta, antaño fue un importante puerto marítimo de conexión con América (no hace tanto tiempo éramos nosotros quienes enviabamos a Venezuela y Cuba a lo mejor de nuestra tierra para poder subsistir).
Y yo me pregunto: ignorancia???, intereses políticos???, racismo??? qué pasó por las cabezas de todo un pueblo, con sus gobernantes a la cabeza (extremadamente cumplidores, por otra parte, con sus citas eclesiales semanales) para no acoger con los brazos abiertos a un grupo de chicos (niños) forzados a dejar atrás a todo lo que conocen y quieren. Qué tipo de personas somos?? ¿qué mierda de pueblo es este?
Me da miedo pensar hacia el abismo moral al que se dirige una sociedad que abandona por momentos los valores humanos más básicos.
Más información y opiniones en indymedia.
There Goes The Fear (Doves)
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