En Caletillas (Tenerife) hay un pequeño conjunto de casas denominado el Cho-Vito que tras diversos y complejos procesos que vienen de muy atrás (leer historia) parece que ha llegado a su fin y la Dirección General de Costas lo pretende derribar.
Son casas construidas en primerísima línea de playa y parece que no queda otra (la ley está clara).
Pero lo que resulta abrumador no es el más que probable desenlace de estas casas. Lo increible es la reacción de varios dueños de estas viviendas ilegales. He leido hace unos días en portada del periódico El Día "Vecinos de Cho-Vito amenazan con un suicidio colectivo antes de las elecciones" (...) cual secta autodestructiva americana este grupo de vecinos, en especial sus portavoces M. Fajardo y T. González, ponen en la "negociación" con el estado sobre la mesa sus vidas y lo peor es que tras oir hablar a estos señores yo diría que están dispuestos a jugar al límite... y ya se sabe que al límite en estos casos si te pasas no hay vuelta atrás.
Increible también es la respuesta del periodista Andrés Cháves que prácticamente se mofó de la reacción de los vecinos de Cho-Vito faltando al respeto a personas desesperadas que lo que necesitan es apoyo y ayuda profesional (a todos los niveles).
Creo que en algún otro post ya he señalado lo descreido que estoy de nuestra justicia. Y en este caso es evidente que no resulta justo en cuanto a que, siendo cierto que esto era evidente desde hace años que acabaría produciéndose este cruel desenlace, no es menos cierto que precisamente este poblado no es el que mayor impacto provoca en nuestras costas (ver Radazul bajo, ver el horroroso hotel en la costa de Añaza, incluso la primera línea de playa del Puertito de Guimar, y otros disparates urbanísticos de nuestras costas en el Sur)... pero la Justicia se ensaña con la gente del Cho-Vito, al fin y al cabo son pocos y no tienen ningún poder... Es triste pero, "fititú", es lo que hay.
These White Lights Will Bend to Make Blue (Azure Ray)
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